Muerte y Reencarnación

Esta semana vamos a hablar del Alma y sus niveles.

Aunque somos todos nuestros cuerpos, el alma y el espíritu son permanentes y el doble, doble etérico y físico son impermantentes. Es decir, mueren.

El alma reencarna una y otra vez, entrando en un feto que contiene los otros 3 cuerpos.

Si quieres más información sobre reencarnación, te recomiendo los libros de Raymond Moody y su instituto Life After Life.

Lo que sucede cuando dos personas tienen sexo y el espermatozoide y el óvulo se unifican es que además hay toda una carga fuertísima de energía sexual, preferentemente de ambas partes. Esta energía condensada y concentrada impregna el óvulo fecundado (el cual comienza inmediatamente a dividirse a un ritmo aceleradísimo), creando la mórula y posteriormente el feto.

En este momento se crean el cuerpo físico, el cuerpo energético y el astral, que se van a desarrollar a la par hasta tener el nivel de complejidad suficiente para “aceptar” o poder recibir un alma desencarnada.

Esto sucede alrededor del cuarto mes de embarazo. Antes de eso, las almas con afinidad vibracional al alma de los padres se pueden observar rondando a la mujer, incluso meses antes de quedar embarazada. Por eso es que muchos psíquicos y videntes pueden adivinar que alguien se va a embarazar.

El alma va entrando al cuerpo (o mas bien 3 cuerpos) poco a poco. Primero se va metiendo y quedando en el feto por periodos cortos y cada vez más y más. Incluso el primer año de vida de un bebé. el alma pasa mucho tiempo fuera del cuerpo mientras el bebé se desarrolla, sobre todo el cerebro. Los cerebros de los bebés siguen desarrollándose muchísimo, sobre todo la corteza y los 4 sentidos excepto el olfato, que es el único sentido con el que nacemos 100% desarrollado. 

El alma sale por la cabeza, así que cuando se cierra la mollera o fontanela del bebé, el alma ya queda dentro de ese cuerpo casi todo el tiempo, hasta la muerte. Si la muerte sucede accidental es el físico el que deja de funcionar y el cuerpo de qi se disuelve. Si la muerte sucede por enfermedad o “causas naturales”, el cuerpo de qi se queda literalmente sin energía y se desintegra, y el físico ya no puede continuar funcionando. 

En ambos casos el astral permanece por un tiempo y la consciencia se va a éste. Esto le da tiempo a la persona a terminar sus asuntos, despedirse, y transicionar hacia el alma. El astral sin un físico y etérico que lo nutran también se va desintegrando.

Volviendo a la encarnación. Cuando el alma entra al cuerpo es una esfera casi perfecta de luz muy pura, pero una vez adentro comienza a desplegarse o desdoblarse como una especie de flor. Este despliegue es muy complejo y con muchísimos niveles. Es lo que llamamos los niveles del aura. También incluye los chakras y muchas estructuras muy sutiles que ayudan al ama en su evolución y desarrollo.

Los canales, meridianos y nadis, así como los inicios de los chakras existen en el  nivel del doble etérico. Los chakras como que crecen de ahí y son completados a nivel del alma. En todos los humanos, los chakras están muy poco abiertos, y la energía que llamamos Kundalini está dormida o latente en el vientre. Uno de los procesos más importantes en nuestro desarrollo es despertar Kundalini y que nutra y abra los chakras.

Dentro de dos meses vamos a dedicar la membresía en gran detalle a Kundalini y los chakras, de hecho dedicando 9 meses completos a un proceso profundo de despertar, limpieza y desarrollo de todas estas estructuras.

Por ahora quería darles como una introducción y un panorama general al proceso de encarnación y a la muerte. Si quieren ver en detalle el proceso de encarnación de acuerdo a la investigación de Carlos de León sobre el tema, les recomiendo el video que hizo mi amiga Teresa Carter. Pueden ver el enlace aquí.

Esto fue sólo una introducción cortísima para que entiendan que los 3 cuerpos son mortales y el alma no. El alma tuvo un principio; el Espíritu la creó. Nuestro espíritu que también es uno de nuestros cuerpos, creó el alma para poder crecer y evolucionar amando a otros seres. El alma sólo crece cuando ama, y sólo puede tener la experiencia de amar a otro ser, si está dentro de un cuerpo físico con la ilusión o la experiencia de separación. Por eso encarnamos.

Podemos decir que el plan divino o la directriz divina de las almas es crecer en amor. Cada vez que amamos a alguien o a algo de forma plena y verdadera, nuestra alma crece. Toma una pequeña parte del alma del ser amado y lo integra en sí misma. Dando una pequeña parte de sí al ser amado. Es como un intercambio álmico pero sin pérdida. Cuando amamos no perdemos parte nuestra, sino que ganamos, crecemos.

Una vez escuché a Carlos de León decir algo hermoso: “somos la suma de todas las almas que hemos amado a lo largo de todas nuestras vidas”.

Bueno, como introducción al alma por ahora es suficiente.

Si quieren aprender de todo esto en más detalle les recomiendo muchísimo los libros de Carlos: “Cómo elijo un Camino Espiritual” es más introductorio pero igual habla del alma, kundaini y los chakras. Flujo de Vida es más detallado y un poco más complejo pero ahí viene todo el contenido. 

Los quiero estimular un poco a que piensen en su muerte. Dense un tiempo para cuestionarse y preguntarse

• ¿Estoy listo para morir?
• ¿Qué pasaría si me dicen que me voy a morir pronto?
• ¿Qué asuntos pendientes tienes?
• ¿Por qué agradeces?
• ¿de qué te arrepientes?

Tomen un tiempo para sentarse a respirar, sentir, a pensar.

Pueden escribir pero mejor aun hablen de esto con alguien; platiquen, generen este diálogo con sus seres amados y cercanos. Porque recuerden, todos nos vamos a morir algún día.